El agua es un tema que hoy tiene un rol protagónico a nivel mundial. El escenario de escasez hídrica y bajas precipitaciones que implica el cambio climático en nuestro país, se acentúa en aquellas zonas rurales donde el acceso al agua para las personas se ejecuta a través de los Servicios Sanitarios Rurales (SSR, ex APR -Agua Potable Rural).
En estos sistemas, a la baja disponibilidad de agua, se suma, en muchos casos, el precario apoyo técnico a la gestión de operadores y dirigentes, lo que complejiza la gestión operacional, incidiendo en el desarrollo social y económico de las comunidades rurales, profundizando su vulnerabilidad.
Guiados por nuestro propósito de re-imaginar la minería para mejorar la vida de las personas, a partir del diálogo permanente con quienes son vecinos a nuestras operaciones, en 2016, conocimos de cerca el funcionamiento de los SSR -entonces APR-, que se hacía a través de una operación manual a cargo de operadores, vecinos de la misma comunidad.
Fue así como luego de realizar estudios para determinar la demanda, disponibilidad e infraestructura hídrica existente en la provincia de Chacabuco, Región Metropolitana, junto con sus operadores y dirigentes, ideamos un sistema que incorpora la tecnología y gestión remota de los recursos hídricos, de una manera fácil y accesible para los equipos de los SSR. Esta metodología ha permitido optimizar la administración del recurso hídrico para mejorar su distribución, restablecer las acumulaciones y erradicar las pérdidas de agua registradas. Así surgió nuestro Programa Agua Rural.
A partir de ahí, y a 8 años de la primera ejecución en el SSR Quilapilún de Colina, los datos reflejan el impacto positivo de nuestra iniciativa:
- 27% de aumento medio de la cobertura de agua a través de buenas prácticas de gestión, lo que equivale a haber puesto a disposición nuevos 65 - 100 l/s sin construir nuevas fuentes de agua, entre las 83 APR.
- Reducción de 100 horas anuales de corte de agua entre enero de 2020 y el mismo mes de 2023, lo que supone un 52% de reducción del tiempo sin suministro de agua.
- Disminución del 23% del consumo energético unitario, lo que se traduce en un ahorro de una cuarta parte de la factura eléctrica.